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Infrared View
La vista panorámica de la Laguna del Sol rodeada de montañas bajo un cielo cubierto. La luz infrarroja transforma el terreno en un vasto paisaje desolado que parece pertenecer a otro planeta.
"Infrared View"
En esta galería digital, se invita al espectador a explorar paisajes naturales y urbanos desde una perspectiva que desafía lo convencional. Las imágenes que se exhiben han sido capturadas utilizando una cámara modificada para captar la luz infrarroja, una forma de radiación que nuestros ojos no pueden percibir. Este enfoque transforma lo conocido en algo casi onírico, envolviendo cada escena en una atmósfera de misterio y surrealismo.
La luz infrarroja revela aspectos ocultos de los paisajes que no vemos a simple vista. Los verdes intensos de la vegetación se tornan en tonos etéreos y brillantes, mientras que el cielo adquiere una profundidad casi hipnótica. En los entornos urbanos, los elementos cotidianos se distorsionan, creando un juego de contrastes y formas que resaltan la estructura y la esencia de la ciudad de maneras inesperadas.
Cada fotografía es una invitación a redescubrir lo conocido, a percibir lo familiar a través de un lente que desvela texturas, colores y sombras que normalmente permanecen ocultos. Esta colección busca llevar al espectador más allá de lo visible, hacia una dimensión donde lo natural y lo urbano se entrelazan en una experiencia visual que desafía la percepción y revela la belleza de lo invisible.
"Infrared View"
En esta galería digital, se invita al espectador a explorar paisajes naturales y urbanos desde una perspectiva que desafía lo convencional. Las imágenes que se exhiben han sido capturadas utilizando una cámara modificada para captar la luz infrarroja, una forma de radiación que nuestros ojos no pueden percibir. Este enfoque transforma lo conocido en algo casi onírico, envolviendo cada escena en una atmósfera de misterio y surrealismo.
La luz infrarroja revela aspectos ocultos de los paisajes que no vemos a simple vista. Los verdes intensos de la vegetación se tornan en tonos etéreos y brillantes, mientras que el cielo adquiere una profundidad casi hipnótica. En los entornos urbanos, los elementos cotidianos se distorsionan, creando un juego de contrastes y formas que resaltan la estructura y la esencia de la ciudad de maneras inesperadas.
Cada fotografía es una invitación a redescubrir lo conocido, a percibir lo familiar a través de un lente que desvela texturas, colores y sombras que normalmente permanecen ocultos. Esta colección busca llevar al espectador más allá de lo visible, hacia una dimensión donde lo natural y lo urbano se entrelazan en una experiencia visual que desafía la percepción y revela la belleza de lo invisible.

Retrato IR
Bienvenidos a esta galería digital, donde la luz se transforma en una revelación inusual. Los retratos que aquí se presentan han sido capturados utilizando una cámara especialmente modificada para percibir la luz infrarroja, una longitud de onda que normalmente escapa a nuestra visión cotidiana. A través de este proceso, lo que se desvela es una realidad alternativa, una forma de ver el mundo y a las personas que lo habitan desde una perspectiva completamente distinta.
La luz infrarroja revela detalles que el ojo humano no puede captar: texturas de la piel, contrastes sutiles y un juego de colores que transforma lo familiar en algo casi etéreo y surrealista. En estos retratos, las emociones y expresiones se realzan, emergiendo desde el fondo en matices suaves y profundos, creando una atmósfera de misterio y contemplación.
Esta galería invita al espectador a ver más allá de lo visible, a descubrir una dimensión oculta en cada rostro, a reflexionar sobre la manera en que la luz —y su ausencia— pueden transformar nuestra percepción. Más que una simple técnica, la fotografía infrarroja se convierte aquí en un puente hacia lo invisible, invitándonos a explorar la belleza en lo inesperado.
La luz infrarroja revela detalles que el ojo humano no puede captar: texturas de la piel, contrastes sutiles y un juego de colores que transforma lo familiar en algo casi etéreo y surrealista. En estos retratos, las emociones y expresiones se realzan, emergiendo desde el fondo en matices suaves y profundos, creando una atmósfera de misterio y contemplación.
Esta galería invita al espectador a ver más allá de lo visible, a descubrir una dimensión oculta en cada rostro, a reflexionar sobre la manera en que la luz —y su ausencia— pueden transformar nuestra percepción. Más que una simple técnica, la fotografía infrarroja se convierte aquí en un puente hacia lo invisible, invitándonos a explorar la belleza en lo inesperado.

El Ángel de la Muerte [IR]
Bienvenidos a “El Ángel de la Muerte”, una serie fotográfica que explora el umbral entre la vida y la muerte a través de un lenguaje visual que desafía la percepción. Estas imágenes han sido capturadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, permitiendo al espectador adentrarse en una dimensión etérea donde lo visible se fusiona con lo invisible, y lo tangible se disuelve en un juego de sombras y luces.
La luz infrarroja, que normalmente escapa al ojo humano, revela una realidad que se encuentra oculta bajo la superficie. En esta serie, las figuras y paisajes adquieren una cualidad casi fantasmal, como si emergieran desde el límite de lo real hacia un mundo donde el tiempo y el espacio se desvanecen. La presencia del ángel de la muerte se insinúa en cada imagen, no como una figura sombría y temible, sino como un guardián silencioso que acompaña el tránsito hacia lo desconocido.
“El Ángel de la Muerte” invita al espectador a contemplar la muerte no como un fin, sino como una transición, un estado de serenidad que se manifiesta en colores y contrastes inusuales. La fotografía infrarroja convierte cada imagen en una experiencia de introspección, revelando la fragilidad y la belleza de lo efímero. Esta serie es una meditación visual sobre el misterio que rodea el final de la vida, una exploración de lo que se oculta más allá de lo visible, donde la muerte se presenta como un paso hacia lo inexplorado.
La luz infrarroja, que normalmente escapa al ojo humano, revela una realidad que se encuentra oculta bajo la superficie. En esta serie, las figuras y paisajes adquieren una cualidad casi fantasmal, como si emergieran desde el límite de lo real hacia un mundo donde el tiempo y el espacio se desvanecen. La presencia del ángel de la muerte se insinúa en cada imagen, no como una figura sombría y temible, sino como un guardián silencioso que acompaña el tránsito hacia lo desconocido.
“El Ángel de la Muerte” invita al espectador a contemplar la muerte no como un fin, sino como una transición, un estado de serenidad que se manifiesta en colores y contrastes inusuales. La fotografía infrarroja convierte cada imagen en una experiencia de introspección, revelando la fragilidad y la belleza de lo efímero. Esta serie es una meditación visual sobre el misterio que rodea el final de la vida, una exploración de lo que se oculta más allá de lo visible, donde la muerte se presenta como un paso hacia lo inexplorado.

Catrina IR Ultraviolet I
“Catrina IR Ultraviolet” son dos series fotográficas que celebran la dualidad de la vida y la muerte, fusionando elementos visuales que emergen de lo profundo de lo invisible. Esta galería digital presenta imágenes capturadas bajo un esquema de iluminación con luz ultravioleta, mientras que la cámara, modificada para percibir luz infrarroja, revela un mundo que se sitúa en los límites de nuestra percepción.
Inspirada en las icónicas Catrinas, símbolo de la muerte en la cultura mexicana, esta serie trasciende la imagen tradicional para ofrecer una nueva visión: los retratos, envueltos en tonos etéreos y vibrantes, evocan la esencia de lo festivo y lo místico que rodea al Día de Muertos. La combinación de luz ultravioleta e infrarroja transforma las calaveras pintadas en los rostros, creando un resplandor casi sobrenatural que juega con la delicadeza y la tenacidad de la figura femenina.
Aquí, la muerte no es algo oscuro y distante, sino una celebración de la vida, un reflejo de lo que permanece más allá del velo. Cada fotografía es un homenaje a lo efímero, a lo que brilla intensamente por un momento antes de desvanecerse en la oscuridad. “Catrina” invita al espectador a mirar más allá de la superficie, a descubrir los matices ocultos que revelan la belleza en la transición entre lo visible y lo invisible, donde la vida y la muerte se encuentran en un abrazo de luz y sombra.
Inspirada en las icónicas Catrinas, símbolo de la muerte en la cultura mexicana, esta serie trasciende la imagen tradicional para ofrecer una nueva visión: los retratos, envueltos en tonos etéreos y vibrantes, evocan la esencia de lo festivo y lo místico que rodea al Día de Muertos. La combinación de luz ultravioleta e infrarroja transforma las calaveras pintadas en los rostros, creando un resplandor casi sobrenatural que juega con la delicadeza y la tenacidad de la figura femenina.
Aquí, la muerte no es algo oscuro y distante, sino una celebración de la vida, un reflejo de lo que permanece más allá del velo. Cada fotografía es un homenaje a lo efímero, a lo que brilla intensamente por un momento antes de desvanecerse en la oscuridad. “Catrina” invita al espectador a mirar más allá de la superficie, a descubrir los matices ocultos que revelan la belleza en la transición entre lo visible y lo invisible, donde la vida y la muerte se encuentran en un abrazo de luz y sombra.

Catrina IR Ultraviolet II
“Catrina IR Ultraviolet” son dos series fotográficas que celebran la dualidad de la vida y la muerte, fusionando elementos visuales que emergen de lo profundo de lo invisible. Esta galería digital presenta imágenes capturadas bajo un esquema de iluminación con luz ultravioleta, mientras que la cámara, modificada para percibir luz infrarroja, revela un mundo que se sitúa en los límites de nuestra percepción.
Inspirada en las icónicas Catrinas, símbolo de la muerte en la cultura mexicana, esta serie trasciende la imagen tradicional para ofrecer una nueva visión: los retratos, envueltos en tonos etéreos y vibrantes, evocan la esencia de lo festivo y lo místico que rodea al Día de Muertos. La combinación de luz ultravioleta e infrarroja transforma las calaveras pintadas en los rostros, creando un resplandor casi sobrenatural que juega con la delicadeza y la tenacidad de la figura femenina.
Aquí, la muerte no es algo oscuro y distante, sino una celebración de la vida, un reflejo de lo que permanece más allá del velo. Cada fotografía es un homenaje a lo efímero, a lo que brilla intensamente por un momento antes de desvanecerse en la oscuridad. “Catrina” invita al espectador a mirar más allá de la superficie, a descubrir los matices ocultos que revelan la belleza en la transición entre lo visible y lo invisible, donde la vida y la muerte se encuentran en un abrazo de luz y sombra.
Inspirada en las icónicas Catrinas, símbolo de la muerte en la cultura mexicana, esta serie trasciende la imagen tradicional para ofrecer una nueva visión: los retratos, envueltos en tonos etéreos y vibrantes, evocan la esencia de lo festivo y lo místico que rodea al Día de Muertos. La combinación de luz ultravioleta e infrarroja transforma las calaveras pintadas en los rostros, creando un resplandor casi sobrenatural que juega con la delicadeza y la tenacidad de la figura femenina.
Aquí, la muerte no es algo oscuro y distante, sino una celebración de la vida, un reflejo de lo que permanece más allá del velo. Cada fotografía es un homenaje a lo efímero, a lo que brilla intensamente por un momento antes de desvanecerse en la oscuridad. “Catrina” invita al espectador a mirar más allá de la superficie, a descubrir los matices ocultos que revelan la belleza en la transición entre lo visible y lo invisible, donde la vida y la muerte se encuentran en un abrazo de luz y sombra.

Hada IR
Bienvenidos a “Hada IR”, una serie fotográfica que nos sumerge en un mundo de fantasía y misterio, donde la realidad se entrelaza con lo sobrenatural. Capturadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, estas imágenes revelan un universo que se esconde más allá de lo visible, donde la naturaleza se transforma y lo etéreo cobra vida.
En “Hada IR”, cada fotografía es un portal hacia lo mágico. Los tonos y matices que emergen bajo la luz infrarroja crean una atmósfera onírica, como si los paisajes y figuras estuvieran envueltos en un velo de encanto y misterio. Los árboles, las flores y los cuerpos adquieren una luminosidad suave y surrealista, evocando la presencia de seres que habitan en los rincones olvidados del bosque, seres que solo pueden ser percibidos cuando se mira con ojos diferentes.
La serie explora la conexión entre la naturaleza y lo fantástico, invitando al espectador a dejarse llevar por una narrativa visual que sugiere la existencia de mundos ocultos, donde la magia es real y los límites de la percepción se disuelven. “Hada IR” nos recuerda que a veces basta con cambiar la forma en que miramos para descubrir la belleza y el misterio que siempre han estado allí, aguardando pacientemente a ser vistos.
En “Hada IR”, cada fotografía es un portal hacia lo mágico. Los tonos y matices que emergen bajo la luz infrarroja crean una atmósfera onírica, como si los paisajes y figuras estuvieran envueltos en un velo de encanto y misterio. Los árboles, las flores y los cuerpos adquieren una luminosidad suave y surrealista, evocando la presencia de seres que habitan en los rincones olvidados del bosque, seres que solo pueden ser percibidos cuando se mira con ojos diferentes.
La serie explora la conexión entre la naturaleza y lo fantástico, invitando al espectador a dejarse llevar por una narrativa visual que sugiere la existencia de mundos ocultos, donde la magia es real y los límites de la percepción se disuelven. “Hada IR” nos recuerda que a veces basta con cambiar la forma en que miramos para descubrir la belleza y el misterio que siempre han estado allí, aguardando pacientemente a ser vistos.

Entre El Cempasúchil y Volcanes
“Entre El Cempasúchil y Volcanes” es una serie fotográfica que rinde homenaje a la riqueza natural y cultural de Atlixco, Puebla, a través de una lente que revela lo invisible. Capturadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, estas imágenes transforman la familiaridad del paisaje en algo extraordinario, llevando al espectador a descubrir una nueva dimensión de este icónico lugar, conocido por sus vastos campos de cempasúchil y su imponente vista hacia los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
La luz infrarroja revela un mundo oculto bajo la superficie, donde los vibrantes campos de cempasúchil adquieren un brillo etéreo y los volcanes se erigen majestuosos, envueltos en tonos inesperados y matices profundos. Esta serie invita a redescubrir Atlixco desde una perspectiva que une lo terrenal con lo celestial, creando una atmósfera que oscila entre lo real y lo místico, donde la naturaleza parece respirar bajo una nueva luz.
“Entre El Cempasúchil y Volcanes” captura la esencia del Día de Muertos, en que las flores de cempasúchil guían a las almas y los volcanes vigilan desde la distancia. Cada imagen es una meditación visual sobre la conexión entre la tierra y el cielo, la vida y la memoria. Esta serie no solo es una celebración del paisaje, sino un tributo a la tradición y la magia que habita en cada rincón de Atlixco, revelando la belleza eterna que florece, incluso en lo invisible.
La luz infrarroja revela un mundo oculto bajo la superficie, donde los vibrantes campos de cempasúchil adquieren un brillo etéreo y los volcanes se erigen majestuosos, envueltos en tonos inesperados y matices profundos. Esta serie invita a redescubrir Atlixco desde una perspectiva que une lo terrenal con lo celestial, creando una atmósfera que oscila entre lo real y lo místico, donde la naturaleza parece respirar bajo una nueva luz.
“Entre El Cempasúchil y Volcanes” captura la esencia del Día de Muertos, en que las flores de cempasúchil guían a las almas y los volcanes vigilan desde la distancia. Cada imagen es una meditación visual sobre la conexión entre la tierra y el cielo, la vida y la memoria. Esta serie no solo es una celebración del paisaje, sino un tributo a la tradición y la magia que habita en cada rincón de Atlixco, revelando la belleza eterna que florece, incluso en lo invisible.

Alebrije
“Alebrije” es una serie fotográfica que reimagina el mundo de estas míticas criaturas a través de una lente que capta lo que normalmente permanece oculto. Inspiradas en los alebrijes, seres fantásticos que combinan partes de distintos animales y que cobran vida en colores vibrantes y formas surrealistas, estas imágenes exploran un universo paralelo donde lo irreal se funde con lo posible.
Capturadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, las fotografías revelan un mundo etéreo donde la luz transforma lo conocido, dándole un toque mágico e inesperado. En esta serie, los alebrijes se materializan en paisajes oníricos, emergiendo entre sombras y brillos inusuales que evocan una atmósfera de misterio y maravilla. La luz infrarroja desvela colores y texturas que acentúan la esencia fantástica de estas criaturas, haciendo que parezcan flotar entre realidades.
“Alebrije” no solo es una interpretación visual, sino una invitación a explorar los límites de la imaginación, a dejarse llevar por un viaje en el que lo surreal se hace palpable. En cada imagen, se sugiere un mundo paralelo, lleno de seres que parecen danzar en el umbral entre lo visible y lo invisible, mostrándonos que la magia no está tan lejos como creemos, y que a veces, basta con mirar de una manera distinta para encontrarla.
Capturadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, las fotografías revelan un mundo etéreo donde la luz transforma lo conocido, dándole un toque mágico e inesperado. En esta serie, los alebrijes se materializan en paisajes oníricos, emergiendo entre sombras y brillos inusuales que evocan una atmósfera de misterio y maravilla. La luz infrarroja desvela colores y texturas que acentúan la esencia fantástica de estas criaturas, haciendo que parezcan flotar entre realidades.
“Alebrije” no solo es una interpretación visual, sino una invitación a explorar los límites de la imaginación, a dejarse llevar por un viaje en el que lo surreal se hace palpable. En cada imagen, se sugiere un mundo paralelo, lleno de seres que parecen danzar en el umbral entre lo visible y lo invisible, mostrándonos que la magia no está tan lejos como creemos, y que a veces, basta con mirar de una manera distinta para encontrarla.

Mujer Blanca en La Ex-Hacienda San Lorenzo, Hgo.
“Mujer Blanca” es una serie fotográfica que explora la fragilidad y la quietud de lo inevitable, capturada en el escenario evocador de la Ex-Hacienda San Lorenzo, ubicada en el corazón del Estado de Hidalgo. Las imágenes, realizadas con una cámara modificada para captar luz infrarroja, revelan una visión de lo que yace más allá de lo visible, transformando el espacio histórico en un paisaje etéreo y casi espectral.
La luz infrarroja despoja al entorno de sus colores habituales, envolviendo los muros antiguos, los pasillos vacíos y los jardines olvidados en una pálida calma, como si el tiempo se hubiera detenido en un instante eterno. Los elementos naturales e históricos de la hacienda emergen con una suavidad casi fantasmal, donde la vegetación adquiere tonos luminosos y las sombras se alargan en silencio, sugiriendo la presencia de historias pasadas que aún resuenan en sus paredes.
“Mujer Blanca” no es solo un retrato de un lugar, sino una reflexión visual sobre la presencia constante de la muerte como parte del ciclo de la vida, una presencia que no se manifiesta con violencia, sino con una delicada y serena belleza. Las imágenes invitan al espectador a recorrer la Ex-Hacienda San Lorenzo como si se tratara de un sueño, un espacio donde la historia y la memoria se desvanecen en la luz, revelando lo que yace escondido entre las sombras, donde lo visible y lo invisible se encuentran en un tenue abrazo.
La luz infrarroja despoja al entorno de sus colores habituales, envolviendo los muros antiguos, los pasillos vacíos y los jardines olvidados en una pálida calma, como si el tiempo se hubiera detenido en un instante eterno. Los elementos naturales e históricos de la hacienda emergen con una suavidad casi fantasmal, donde la vegetación adquiere tonos luminosos y las sombras se alargan en silencio, sugiriendo la presencia de historias pasadas que aún resuenan en sus paredes.
“Mujer Blanca” no es solo un retrato de un lugar, sino una reflexión visual sobre la presencia constante de la muerte como parte del ciclo de la vida, una presencia que no se manifiesta con violencia, sino con una delicada y serena belleza. Las imágenes invitan al espectador a recorrer la Ex-Hacienda San Lorenzo como si se tratara de un sueño, un espacio donde la historia y la memoria se desvanecen en la luz, revelando lo que yace escondido entre las sombras, donde lo visible y lo invisible se encuentran en un tenue abrazo.
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